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Foodture: el vino canario es “otra cosa”

  • belingastro
  • 7 abr 2016
  • 3 Min. de lectura

Enrique Alfonso (en la fotografía) ilustró con su propia andadura (Altos de Trevejos, San Miguel de Abona-Vilaflor) una iniciativa familiar que parte de hace apenas once años y que será el trampolín de un complejo de enoturismo en una finca 25 hectáreas en Vilaflor. “Se trata de crear una experiencia turística de altura”.

Pincelada y argumentos de ambición del bodeguero que, junto a David Cabrera es alma mater de un proyecto de calado enológico y que fue una de las intervenciones más esperadas de la segunda sesión de trabajo de #Foodture, I Semana de la Innovación, foro organizado por el Club Gastronómico de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife.

Hoy parte la jornada de clausura jornada (aunque esta tarde será la final del concurso de innovación enogastronómica) bajo es el estandarte “Innovación para Comerse el Mundo”. Como maestro de ceremonias, José Luis Conde, y serán inauguradas por Alberto Bernabé, consejero insular de Turismo.

Intervendrán en el programa previsto miembros del Club hermanos Juan Carlos y Jonathan Padrón (Los Gigantes, una estrella Michelín).

Enrique Alfonso recordó que los vinos de Tenerife forman parte de la cultura canaria y, con ella, de la historia del comercio de la Isla, puesto que Teneriffe Wine ya era distribuido por todo el mundo en 1760”. En este sentido, Jesús Morales, consejero insular de Agricultura, detalló que “ya en el siglo XVII, el Canary Wine, los vinos de Tenerife, eran competitivos internacionalmente y hoy debemos recuperar eso, trabajando con la diferencia que nos proporcionan las variedades de uva únicas de la Isla y la innovación”.

La segunda jornada, presentada por el periodista Sergio Lojendio y con el lema “Innovación de Pura Cepa” aglutinó la experiencia de los bodegueros que han sido audaces, caso del mendionado Enrique Alfonso o de Agustín García Farrais, de Bodegas Tajinaste (La Orotava); ambos sirven de ejemplo de que la innovación da resultado a la hora de crear un atractivo enoturístico.

Farrais apuntó que tras años de adecuación meticulosa del proyecto familiar ahora elabora vinos con uva procedente de 60 viticultores, lo que supone 280.000 metros cuadrados de cultivo y su consiguiente impacto en el paisaje y, por tanto, en el turismo.

Para Enrique Alfonso, “si lo que se quiere es vender una experiencia que genere recuerdos y emociones, los vinos de la Isla ya cuentan con excelentes ingredientes: la singularidad que le dan sus variedades únicas de uva y una historia que le dan prestigio”.

“Eso es lo que hacen los americanos –aseveró- aplican el márketing experimental y me pregunto qué harían “si tuvieran, como nosotros, una historia que contar”.

Agustín García Farrais, que insistió en que el gran valor de los vinos de Canarias es la diferencia y tipicidad, remarcó la necesidad de la unidad del sector para trabajar en una marca región: Canary Wine. “No se puede ser localista y debemos vender el gran valor de que los vinos canarios son otra cosa”.

Tanto representantes institucionales como bodegueros estuvieron de acuerdo en que “sin una buena uva no puede haber un buen vino” y, para que la producción sea de calidad es fundamental que “los agricultores reciben un precio justo, que les permitan vivir dignamente”.

La segunda tanda de Foodture se redondeó con una mesa redonda en la que la bodeguera Carmen Gloria Ferrera, que expresó su amor por el campo, explicó en que lo fundamental, además de innovar, es dedicarse al trabajo. Jorge de Miguel y Antonio Díaz pusieron en alza el carácter innovador que siempre ha esgrimido la Casa del Vino (El Sauzal), y su papel en la venta, el conocimiento y la promoción de los vinos, acompañados de la gastronomía de la Isla.

De Miguel señaló que recibió 70.000 visitantes en 2015 y Díaz apuntó que “vende 22.000 botellas de vino de Tenerife al año”.

El ex director de Instituto de Calidad Alimentaria, Alfonso López, afirmó que turismo del vino en Canarias debe fomentar la localización geográfica de nuestros vinos como valor seguro de diferenciación, debe hacer campañas conjuntas tendentes a la promoción interna y externa.

“Debe asegurar la estabilidad de los mercados, garantizando sistemas que permitan precios dignos de la uva para que no se tengan que vender los vinos canarios a precios indignos”, apostilló.

 
 
 

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