Rosé, nueva esmeralda de Bodegas Torres
- belingastro
- 13 abr 2016
- 2 Min. de lectura
Viña Esmeralda Rosé (DO Cataluña) se estrena en el panorama vitícola con la añada 2015 y una producción limitada, dirigida especialmente a la restauración nacional e internacional. Así nace un nuevo "clásico mediterráneo", con el particular matiz pálido y destellos anaranjados.
Con esta sorprendente joya -nunca mejor dicho-, Bodegas Torres potencia la elegancia propia de la marca de este vino fresco, ligero y agradable, con intensidad aromática que propicia la garnacha (la tipicidad del Mediterráneo). Viña Esmeralda Rosé 2015 evoca con su nombre color del mar, sofisticación y sensualidad, y propicia maridajes armoniosos y sin complicaciones.
En la fase olfativa de la cata, se advierten aromas florales y frutales al mismo tiempo; delicados y perfumados. Se pueden detectar frutas rojas y cítricas, con un fondo de melocotón blanco. La crianza sobre lías durante cuatro meses le da redondez y volumen en boca, convirtiéndolo en un vino seductor.
Esta referencia de Bodegas Torres claro que está indicada para tomar en aperitivos y cócteles, porqué no en terrazas con vistas o esas cenas románticas; a temperatura idónea marida especialmente bien con ensalada caprese, pescado ahumado, carpaccio de carne, comida asiática o queso de cabra. En cuanto a diseño, la etiqueta se ha planteado en forma de escudo de Viña Esmeralda, color rosa pálido como el vino que guarda la botella en su forma característica de gota, sinónimo de frescura y delicadeza y respetuosa con el medio ambiente.
Una de las consignas más marcadas y desde hace años de Bodegas Torres es el cuidado medioambiental en todos los procesos de elaboración de sus vinos y en la vida cotidiana (transportes híbridos o eléctricos, por ejemplo). El continente del Rosé, al ser más ligero que uno estándar, permite reducir las emisiones de CO2 que se generan durante su traslado, causantes del cambio climático, una de las mayores preocupaciones de Bodegas Torres.
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